fascia

La fascia, el tejido que conecta todo tu cuerpo

Leonardo Da Vinci ya la dibujó hace más de 500 años, pero la medicina nunca le ha prestado la atención que merece. La fascia, el tejido cognitivo que conecta nuestro cuerpo, es una gran desconocida, pero su función es impresionante.

¿Qué es la fascia?

Aunque durante años la comunidad médica no le ha dado el lugar que se merece, se ha descubierto en recientes estudios, que es la responsable de innumerables dolores crónicos, de algunos tipos de fibromialgia y hasta de la expansión de algunos tumores debido a la conectividad de los tejidos

Desde los pies hasta el cerebro esta membrana esta unida y es este tejido el que controla la percepción del dolor y el bienestar. Como asegura la Fascia Research Society, entidad que estudia esta parte tan importante de nuestro cuerpo: “Es la red más generalizada, pero quizás la más desconocida del cuerpo humano” Esta estructura que en anteriores estudios se aseguraba era solo una conexión estática de los tejidos, se ha descubierto como una estructura viva, hidratada y con capacidad de movimiento propio.

La rigidez de la fascia debido a sus receptores y terminaciones nerviosas, pueden provocar dolor y es la causante el 80% de las molestias de espalda, con causa desconocida. Al conectar toda la musculatura un dolor en la espalda puede estar causado por una lesión en la musculatura de la cadera.

Principales motivos de rigidez fascia

  • Falta de ejercicio
  • Estrés
  • Exceso de alimentos procesados
  • Envejecimiento
  • Mala higiene postural

Como prevenir y trata la rigidez fascial

La buena noticia es que la fascia al igual que la musculatura se puede relajar, ya que responde muy positivamente al movimiento bien con sesiones de ejercicio controlado, con estiramientos y sobre todo con terapias miofasciales, donde un fisioterapeuta trabajará este tejido a través de suaves presiones. Con esta técnica se consigue una gran hidratación de la zona, aumento de la temperatura y por lo tanto una mayor nutrición del tejido, disminuyendo la tensión y relajando la fascia.

Otra técnica que resulta muy eficaz es el automasaje con rodillos de foam (puedes encontrarlos en nuestra sala funcional) que nos permiten relajar la fascia gracias a presión que ejercemos sobre la musculatura al deslizarnos sobre él. El uso de este accesorio después de los entrenamientos, nos permitirá relajar la fascia y recuperar más rápidamente nuestra musculatura.